En esta receta, el queso es el protagonista de un postre decadente y delicioso, realzado por la dulzura intensa del dulce de leche y el contraste crujiente de un crumble de almendras tostadas.
Ingredientes:
Para la base de galleta:
200g de galletas tipo María o digestive
100g de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno de queso y dulce de leche:
600g de queso crema (tipo Philadelphia), a temperatura ambiente
400g de dulce de leche repostero
3 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el crumble de almendras tostadas:
100g de harina de trigo todo uso
75g de mantequilla sin sal, fría y en cubos
50g de azúcar moreno
50g de almendras laminadas, tostadas ligeramente
Instrucciones:
Precalentar el horno y preparar el molde:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Engrasa ligeramente un molde redondo desmontable de unos 23 cm de diámetro.
Preparar la base de galleta:
Tritura las galletas hasta obtener migas finas (puedes usar un procesador de alimentos o colocarlas en una bolsa con cierre hermético y golpearlas con un rodillo).
En un tazón, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas y tengan la textura de arena húmeda.
Vierte la mezcla de galletas en el fondo del molde y presiona firmemente con el dorso de una cuchara o la base de un vaso para formar una capa uniforme.
Hornea la base durante 10 minutos. Retira del horno y deja enfriar ligeramente.
Preparar el relleno de queso y dulce de leche:
En un tazón grande, bate el queso crema con una batidora eléctrica hasta que esté suave y cremoso.
Agrega el dulce de leche al queso crema y bate hasta que estén completamente integrados y la mezcla sea homogénea.
Incorpora los huevos uno a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Agrega el extracto de vainilla y mezcla hasta combinar.
Preparar el crumble de almendras tostadas:
En un tazón mediano, mezcla la harina y el azúcar moreno.
Agrega la mantequilla fría en cubos y, con las yemas de los dedos o un mezclador de masa, trabaja la mezcla hasta obtener una textura arenosa con algunos grumos pequeños.
Incorpora las almendras laminadas tostadas y mezcla suavemente. Reserva.
Ensamblar y hornear la tarta:
Vierte el relleno de queso y dulce de leche sobre la base de galleta prehorneada.
Espolvorea el crumble de almendras tostadas de manera uniforme sobre la superficie del relleno.
Hornea la tarta en el horno precalentado durante 45-55 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados y el centro se vea firme pero aún con un ligero temblor.
Enfriar y refrigerar:
Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente durante al menos 1 hora.
Refrigera la tarta durante un mínimo de 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, para que se asiente y se enfríe por completo.
Servir:
Desmolda la tarta con cuidado antes de servir. Puedes acompañarla con una salsa de dulce de leche adicional, frutos rojos frescos o una bola de helado.
El ingrediente especial: En esta receta, el queso crema es el ingrediente fundamental que proporciona la textura suave y cremosa característica de la tarta de queso. Su sabor suave se complementa a la perfección con la riqueza del dulce de leche, mientras que el crumble de almendras tostadas añade un contraste delicioso de textura y un toque aromático. ¡Disfruta de esta indulgente creación donde el queso brilla como estrella principal!
En esta receta, el queso es el protagonista de un postre decadente y delicioso, realzado por la dulzura intensa del dulce de leche y el contraste crujiente de un crumble de almendras tostadas.
Ingredientes:
Para la base de galleta:
200g de galletas tipo María o digestive
100g de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno de queso y dulce de leche:
600g de queso crema (tipo Philadelphia), a temperatura ambiente
400g de dulce de leche repostero
3 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el crumble de almendras tostadas:
100g de harina de trigo todo uso
75g de mantequilla sin sal, fría y en cubos
50g de azúcar moreno
50g de almendras laminadas, tostadas ligeramente
Instrucciones:
Precalentar el horno y preparar el molde:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Engrasa ligeramente un molde redondo desmontable de unos 23 cm de diámetro.
Preparar la base de galleta:
Tritura las galletas hasta obtener migas finas (puedes usar un procesador de alimentos o colocarlas en una bolsa con cierre hermético y golpearlas con un rodillo).
En un tazón, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas y tengan la textura de arena húmeda.
Vierte la mezcla de galletas en el fondo del molde y presiona firmemente con el dorso de una cuchara o la base de un vaso para formar una capa uniforme.
Hornea la base durante 10 minutos. Retira del horno y deja enfriar ligeramente.
Preparar el relleno de queso y dulce de leche:
En un tazón grande, bate el queso crema con una batidora eléctrica hasta que esté suave y cremoso.
Agrega el dulce de leche al queso crema y bate hasta que estén completamente integrados y la mezcla sea homogénea.
Incorpora los huevos uno a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Agrega el extracto de vainilla y mezcla hasta combinar.
Preparar el crumble de almendras tostadas:
En un tazón mediano, mezcla la harina y el azúcar moreno.
Agrega la mantequilla fría en cubos y, con las yemas de los dedos o un mezclador de masa, trabaja la mezcla hasta obtener una textura arenosa con algunos grumos pequeños.
Incorpora las almendras laminadas tostadas y mezcla suavemente. Reserva.
Ensamblar y hornear la tarta:
Vierte el relleno de queso y dulce de leche sobre la base de galleta prehorneada.
Espolvorea el crumble de almendras tostadas de manera uniforme sobre la superficie del relleno.
Hornea la tarta en el horno precalentado durante 45-55 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados y el centro se vea firme pero aún con un ligero temblor.
Enfriar y refrigerar:
Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente durante al menos 1 hora.
Refrigera la tarta durante un mínimo de 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, para que se asiente y se enfríe por completo.
Servir:
Desmolda la tarta con cuidado antes de servir. Puedes acompañarla con una salsa de dulce de leche adicional, frutos rojos frescos o una bola de helado.
El ingrediente especial: En esta receta, el queso crema es el ingrediente fundamental que proporciona la textura suave y cremosa característica de la tarta de queso. Su sabor suave se complementa a la perfección con la riqueza del dulce de leche, mientras que el crumble de almendras tostadas añade un contraste delicioso de textura y un toque aromático. ¡Disfruta de esta indulgente creación donde el queso brilla como estrella principal!
En esta receta, el queso es el protagonista de un postre decadente y delicioso, realzado por la dulzura intensa del dulce de leche y el contraste crujiente de un crumble de almendras tostadas.
Ingredientes:
Para la base de galleta:
200g de galletas tipo María o digestive
100g de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno de queso y dulce de leche:
600g de queso crema (tipo Philadelphia), a temperatura ambiente
400g de dulce de leche repostero
3 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el crumble de almendras tostadas:
100g de harina de trigo todo uso
75g de mantequilla sin sal, fría y en cubos
50g de azúcar moreno
50g de almendras laminadas, tostadas ligeramente
Instrucciones:
Precalentar el horno y preparar el molde:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Engrasa ligeramente un molde redondo desmontable de unos 23 cm de diámetro.
Preparar la base de galleta:
Tritura las galletas hasta obtener migas finas (puedes usar un procesador de alimentos o colocarlas en una bolsa con cierre hermético y golpearlas con un rodillo).
En un tazón, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas y tengan la textura de arena húmeda.
Vierte la mezcla de galletas en el fondo del molde y presiona firmemente con el dorso de una cuchara o la base de un vaso para formar una capa uniforme.
Hornea la base durante 10 minutos. Retira del horno y deja enfriar ligeramente.
Preparar el relleno de queso y dulce de leche:
En un tazón grande, bate el queso crema con una batidora eléctrica hasta que esté suave y cremoso.
Agrega el dulce de leche al queso crema y bate hasta que estén completamente integrados y la mezcla sea homogénea.
Incorpora los huevos uno a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Agrega el extracto de vainilla y mezcla hasta combinar.
Preparar el crumble de almendras tostadas:
En un tazón mediano, mezcla la harina y el azúcar moreno.
Agrega la mantequilla fría en cubos y, con las yemas de los dedos o un mezclador de masa, trabaja la mezcla hasta obtener una textura arenosa con algunos grumos pequeños.
Incorpora las almendras laminadas tostadas y mezcla suavemente. Reserva.
Ensamblar y hornear la tarta:
Vierte el relleno de queso y dulce de leche sobre la base de galleta prehorneada.
Espolvorea el crumble de almendras tostadas de manera uniforme sobre la superficie del relleno.
Hornea la tarta en el horno precalentado durante 45-55 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados y el centro se vea firme pero aún con un ligero temblor.
Enfriar y refrigerar:
Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente durante al menos 1 hora.
Refrigera la tarta durante un mínimo de 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, para que se asiente y se enfríe por completo.
Servir:
Desmolda la tarta con cuidado antes de servir. Puedes acompañarla con una salsa de dulce de leche adicional, frutos rojos frescos o una bola de helado.
El ingrediente especial: En esta receta, el queso crema es el ingrediente fundamental que proporciona la textura suave y cremosa característica de la tarta de queso. Su sabor suave se complementa a la perfección con la riqueza del dulce de leche, mientras que el crumble de almendras tostadas añade un contraste delicioso de textura y un toque aromático. ¡Disfruta de esta indulgente creación donde el queso brilla como estrella principal!
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